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Señor Rosell, me dirijo a usted ofendido, con el estómago revuelto y un enorme deseo de mandarle a usted a la mierda, pero voy a intentar mantener las formas, aunque verdaderamente me cuesta, si me cuesta bastante, pero la educación que recibí en una escuela pública y de una familia trabajadora y decente, me impiden, eso si, no sin esfuerzo, dedicarle a usted todo tipo de improperios.
Usted, se ha descolgado con unas declaraciones en las que afirma que el trabajo fijo y seguro forma parte del siglo XIX, que el trabajo de hoy debemos ganarlo cada día, y se ha quedado tan ancho, lo ha hecho en un momento en el que el 95% de los nuevos contratos son de carácter temporal, con sueldos de miseria, con personas contratadas incluso por horas, y eso, Señor Rosell, si que es de otro siglo y tiene un nombre, se llama esclavitud.
Usted debe ignorar que una gran mayoría de las personas de este País, sufren por culpa de esta crisis, imagino que también ignora que hay miles de familias que viven como pobres aun teniendo uno de esos trabajos que Usted promociona, esos de este siglo, y que aun trabajando los echan de sus casas y acaban viviendo en la de sus ancianos padres, los cuales perciben una de esas ostentosas pensiones que merecieron tal vez con trabajos de otro siglo.
Debería saber usted también, que con las anteriores reformas laborales, usted y sus amigos pueden librarse de un trabajador por cuatro duros, y contratar otro así, como a usted le gusta breve y baratito, y si no le interesa hay miles de personas desesperadas, entre las que me avergüenza encontrarme que acudirían sumisas y voluntariosas para seguir engordando sus ingresos, en unas condiciones mas cercanas al medievo de lo que probablemente ninguno de los suyos sufrirán nunca.
¿Sabe usted una cosa?, hay muchísima gente haciendo trabajos extras, si, en negro, creo que lo sabe, lo sabe de sobra, y muchos de ellos lo hacen para sobrevivir, porque sus amigos del gobierno, las eléctricas, etc., no se lo ponen nada fácil, al fin y al cabo debería estar agradecido, pues no se entendería de otra forma que en un País, con millones de parados, y con millones de empleos mas que precarios, no este ardiendo por los cuatro costados, y por supuesto con usted dentro.
Pero debo reconocerle algo, al fin y al cabo, usted está en su papel, si, actúa como debe, como un miserable y ambicioso amo de este siglo, y solo hay una cosa que me produce mas asco y decepción, y es cuando veo tantos trabajadores votando las políticas que usted venera, es ahí cuando mi ardor estomacal alcanza su máximo exponente, no, no voy a insultarle, aunque el cuerpo me lo pide, porque usted , con sus declaraciones se ha definido a si mismo.
LUIS MIGUEL GARCIA